Madrid registra superaciones del valor límite de partículas P10 por la calima

La capital amanece con subidas críticas de acumulación de materia particulada en suspensión como consecuencia de la calima. La Agencia Estatal de Meteorología ha declarado la alerta amarilla por alta contaminación atmosférica lo que implica un empeoramiento de la calidad del aire, posibles efectos nocivos sobre la salud y una disminución de la visibilidad. 

Las partículas PM2,5 y PM10 son una mezcla de distintos minerales entre los que se encuentran sulfatos,  nitratos,  amoniaco, cloruro de sodio,  hollín, los polvos minerales y el agua. Esta sustancia viene transportada por los fuertes vientos que se producen en el desierto sahariano y son arrastrados hacia la península ibérica. Es un fenómeno más frecuente en las islas Canarias.

Que las partículas se denominen PM2,5 y PM10 responde al grosor de las mismas medido en micrómetros de diámetro. Es importante conocer este dato porque las de 10 o micrómetros o menos pueden incidir perjudicialmente en la salud de la ciudadanía, sobre todo aquellas que son más pequeñas. La materia particulada de 2,5 micrómetros puede llegar a infiltrarse en el torrente sanguíneo pudiendo desencadenar enfermedades cardiovasculares y respiratorias si la exposición a estas sustancias se produce de forma reiterada, según explica la Organización Mundial de la Salud

Fuente: Barcelona Dust Regional Center

Madrid, al igual que otras ciudades de la península, se encuentra en una situación donde los niveles de acumulación de polvo en suspensión han crecido exponencialmente llegando a doblar la cantidad asimilable (50 µg/m3) en zonas de Madrid como Casa de Campo (101µg/m3) o triplicarse, en ocasiones, como se da en el área de Méndez Álvaro (156µg/m3). La razón por la que se ocasiona este fenómeno son los fuertes vientos del Sáhara que han cubierto de un manto anaranjado los cielos de la península y gran parte de Europa como Francia e Inglaterra. 

El pasado 15 de marzo la metrópolis se despertó cubierta de polvo y barro como motivo de las fuertes lluvias en añadidura del polvo en suspensión del aire. Como informa AEMET y confirma la compañía Barcelona Dust Regional Center, tanto los niveles de contaminación por partículas PM10 y PM2,5 como la borrasca Celia irán disipando a lo largo de la semana, empezando a notarse una disminución de la polución a partir de este jueves. 

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